Magnífico juego para trabajar las parábolas
De donde surge la iniciativa…
Es primavera y con ella se ofertan al centro numerosos talleres a través de los cuales se trabajan contenidos propios del área de conocimiento del medio, en contacto directo con el medio natural, nuestro huerto. La dirección del centro me planteó realizar el taller del huerto de manera interdisciplinar, incluyendo mi asignatura de Religión. Desde ese momento fui consciente del reto y lo asumí como oportunidad y como trampolín para realizar con mis alumnos una inmersión en la Parábola del sembrador, vivenciando dicha parábola pues lo mismo que realizaba el sembrador lo han estado haciendo ellos: han tenido que cuidar la tierra, apartando hierba mala y piedras pues si no, la semilla que hemos plantado no prosperaría. También han profundizado en sus emociones, al sentirse, como el sembrador, responsable, cuidador amoroso de esa semilla, asumiendo retos y riesgos y protegerla de esos agentes que podrían frustra su crecimiento
Fue entonces como se me ocurrió adaptar el juego de “Catan”, reciente adquisición en casa, para trabajar los contenidos de la parábola vivenciarla e interiorizarla.
Gracias a la herramienta digital “Canva” diseñé un tablero sencillo y adaptado y todo el material del juego.
Como se juega para aplicarlo en el aula…
Una vez que fuimos al huerto y nos pusimos en contacto con la tierra y entendimos los elementos necesarios para que nuestra siembra prospere en él (tierra, agua y sol; sin olvidarnos de nuestras manos), y los elementos que la perjudican (pájaros, mala hierba, piedras)… dedicamos una sesión entera a trabajar los conocimientos a través de nuestro Catán de la Parábola del Sembrador. Lo cual nos llevará a una mejor reflexión sobre el significado de dicha parábola y su aplicación en nuestra vida y por ende a su contribución para la adquisición de las competencias específicas que nombro más adelante.
MATERIALES: El juego consta de:
– Tablero de celdas con dibujo de los elementos y celdas vacías de donde parten los enemigos de la semilla (que hacen que la semilla no prospere, como hemos leído previamente en la parábola)
– Cartas con los enemigos: pájaros, hierba mala y piedras. Los enemigos van rotando de sitio a conveniencia: El jugador que saque un 7 en los dados puede mover uno de los enemigos a la celda del tablero que desee. Entonces si la mueve a la celda número 10, por ejemplo, en la ronda donde salga un 10, los jugadores que tengan su semilla en dicha celda no podrán adquirir su carta de elemento pues está ahí el enemigo.
– Círculos con los números que se corresponden con el valor de las celdas:
Ejemplo: Si una celda tiene el número 8 y me sale un 8 en los dados y mi semilla esta en esa parte del tablero recibiré una carta con el elemento que hay dibujado en ella (un sol, tierra buena o agua) y dependiendo del número y cantidad de elementos que vaya reuniendo lo podre canjear por otra semilla, un brote. Un fruto bueno o un sembrador. Lo que me lleva a necesitar un material que se llama carta de menú donde se cuanta cantidad necesito de cada elemento para conseguir las cartas que me darán los puntos.
– Cartas de menú. En esta carta se muestra los elementos necesarios para
conseguir las cartas semilla/ brotes/ fruto bueno o sembrador.
– Cartas con elementos: tierra, agua y sol
– Dos dados
Una vez descritos los materiales que vamos a utilizar y su función os explico la dinámica del juego:
Como se juega para aplicarlo en el aula…
Desplegamos el tablero y con los círculos de números los distribuimos por el mismo, al azar, cada alumno coge un número y lo coloca por turnos dentro de cada celdilla.
Nos queda un tablero lleno de números, salvo tres celdillas. En ellas colocaremos aquellos elementos que hacen que la semilla no prospere: pájaro, mala hierba y piedras.
En el siguiente turno repartimos a cada niño dos semillas: cada semilla vale un punto (necesito 7 puntos para ganar)
En mi turno coloco la semilla en una arista de la celdilla que cada uno elija, de tal forma que, una semilla colinde al mismo tiempo con la celdilla que corresponda a tres números distintos.
Una vez que repartimos nuestras semillas en el tablero lo siguiente que haremos es tirar dos dados: saldrá un número y si mi semilla colinda con la celda de ese número estoy de suerte porque me llevo el elemento que este dibujado en la celda de ese número.
Ayudado de mi carta menú comprobaré que elementos estoy juntando para conseguir un brote o un fruto bueno, o quizás una carta de sembrador. Cuantas cartas me faltan etc.
Si junto lo suficiente para conseguir un brote, lo colocare en el tablero, de forma que la dinámica es igual que con la semilla, solo que en vez de un elemento ganare dos, por su posición. Igual ocurrirá si consigo un fruto, que me darán 3 puntos. Por el sembrador me dan o un punto o canjearlo por la carta que quiera.
Como gano los puntos:
Los materiales se conseguirían con la misma dinámica del juego original, con la diferencia que los materiales a conseguir son: tierra buena, sol y lluvia, elementos que hacen que la semilla prospere.
Tal y como indica la dinámica del juego original, estos elementos pueden ser canjeados por cartas, que en nuestro caso se aplican a:
– semillas que se van plantando por el tablero, (1 punto)
– brotes de planta, que dan más puntos, pues la semilla prospera, (2 puntos)
– y en último lugar también se pueden canjear por fruto bueno. (3 puntos)
Cada una de estas adquisiciones tiene una puntuación y si se llega a 7 puntos se ha ganado el juego.
– También contamos con la figura del sembrador, si canjeamos esta figura por la combinación de elementos que se nos piden, este sembrador es como un comodín que te permite cambiar la carta por un punto de más.
Presento versión en blanco y negro y en color.
Esta versión es muy sencilla porque en el juego original hay mucha más casuística.
En cuanto a: Competencias específicas, Criterios de evaluación y Saberes básicos que se trabajan con el juego… Estos son los siguientes:
Competencias específicas | Criterios de evaluación | Saberes básicos |
2. Descubrir, reconocer y estimar la dimensión socioemocional expresada en la participación en diferentes estructuras de pertenencia, desarrollando destrezas y actitudes sociales teniendo en cuenta algunos principios generales de la ética cristiana, para la mejora de la convivencia y la sostenibilidad del planeta. | 2.1 Promover actitudes que impulsen la mejora de la convivencia y el cuidado del planeta, conociendo y aplicando algunos principios de la ética cristiana, plasmando sus conclusiones en diferentes soportes. | A. Identidad personal y relaciones en dialogo con el mensaje cristiano. – La influencia de las acciones individuales en la transformación social a la luz de la ética cristiana. – Valoración de la dimensión espiritual y religiosa en uno mismo y en los demás. |
3. Identificar e interpretar las situaciones que perjudican o mejoran la buena convivencia, analizándolas con las claves personales y sociales de la propuesta cristiana, para fomentar el crecimiento moral, la cooperación con los demás y el desarrollo de valores orientados al bien común. | 3. 1 Visualizar e identificar qué situaciones cotidianas promueven una convivencia pacífica, a través de la escucha y análisis de relatos bíblicos, para aprender a resolver pacifica e inclusivamente los conflictos. | C. Habitar el mundo plural y diverso para construir la casa común. – El mandamiento del Amor como raíz de la ética cristiana y compromiso con el bien común. – Valores propios del Evangelio: las Bienaventuranzas y el Reino de Dios. – La visión cristiana de la interdependencia, ecodependencia e interrelación. |
5. Explorar, desarrollar y apreciar la propia interioridad y experiencia espiritual, reconociéndola en las propias emociones, afectos, símbolos y creencias | 5.1 Tomar conciencia de la propia interioridad a través de narraciones y biografías cristianas, para favorecer el autoconocimiento personal y las vivencias de los otros. 5.2 Identificar las propias emociones, sentimientos y vivencias religiosas, compartiéndolas y reconociéndolas en el otro | |
6. Comprender los contenidos básicos del cristianismo, valorando su contribución a la sociedad, para disponer de una síntesis personal que ermita dialogar desde la propia identidad social y cultural, con otras tradiciones religiosas y áreas de conocimiento. | 6.1 Comprender las consecuencias éticas y morales, personales y sociales, del mensaje de Jesucristo para la construcción del propio sistema de valores y creencias y para la promoción del bien común. |
Si tienes alguna otra experiencia didáctica que quieras compartir, puedes enviarla a bati_chati@hotmail.com y valoraremos con gusto la posibilidad de publicarla.